Nanopagos
Los nanopagos son pagos que se realizan en cantidades extremadamente pequeñas, por lo general en torno a unos céntimos de dólar. Su nombre proviene de la palabra «nanoprecio», que a su vez deriva de «nanómetro», unidad de medida que equivale a un millonésima de metro.
Su implementación tiene como objetivo reducir los costes de transacción y acelerar el proceso de pago. Según un estudio de la consultora Capgemini, el 43% de las empresas encuestadas planea utilizar nanopagos en el futuro.
En el contexto de la economía colaborativa, los nanopagos pueden ser una solución para monetizar servicios prestados a través de plataformas como Airbnb, Uber o BlaBlaCar. Por ejemplo, una persona que ofrece un viaje en coche a otra a través de Uber puede cobrar una cantidad de nanopagos por cada kilómetro recorrido.
Los nanopagos también pueden ser una forma de pago alternativa para las personas que no tienen acceso a una tarjeta de crédito o débito. Por ejemplo, un estudiante puede pagar el alquiler de una habitación a través de nanopagos.
En China, donde el uso de tarjetas de pago es menor que en otros países, los nanopagos están ganando terreno. En el año 2014, el volumen de pagos realizados a través de nanopagos alcanzó los 2.600 millones de dólares.
Las empresas que ofrecen servicios de pagos a través de nanopagos están proliferando. Algunas de ellas son Square, Dwolla, Stripe y PayPal.
Los nanopagos tienen el potencial de cambiar la forma en que las personas pagan por bienes y servicios. Su implementación puede reducir los costes de transacción y acelerar el proceso de pago.
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